En todas las relaciones, existen y se crean conflictos. Muchas veces no sabemos como gestionarlos y el punto de tensión puede crecer de una forma desmesurada e irracional.
Para evitar esto, os damos unas pautas que podéis seguir.
-Tomar conciencia: examinar nuestras creencias y conductas
•¿ Cómo respondemos a las situaciones de conflicto?
•¿ Cómo nos sentimos y reaccionamos?
•¿ Qué puede ayudar a que el conflicto se resuelva de otro modo?
-Voluntad de realizar cambios
•Experimentar e intentar nuevos modos de acercamiento al conflicto
•Examinar y transformar cuando sea necesario parte de nuestro sistema de creencias
•Enfocar el conflicto y nuestro papel en él de una forma distinta
-Adquirir habilidades para aprender cuándo y cómo responder de manera diferente
•Para mandar un mensaje efectivo donde se expresen libremente sentimientos y necesidades
•Para escuchar eficazmente
•Escoger el enfoque adecuado en situaciones diferentes
-Apoyo cuando se está produciendo los cambios
•La buena voluntad no es suficiente
•El cambio requiere un proceso continuo, con consejos y reconocimiento de los esfuerzos
